26ª Edición

1998

El actor español German Robles era todavía muy joven cuando se instaló en México con sus padres – al día siguiente de la guerra civil. Fue uno de los "vampiros" más jóvenes de la historia del cine (apenas tenía 30 años), lo cual, a pesar del envejecimiento pretendido por el realizador, le otorgó un encanto y un romanticismo poco corriente entre los personajes inspirados en la famosa novela de Bram Stocker. De la noche a la mañana, German Robles paso a ser el centro de atención. Las jóvenes mexicanas le paraban en la calle y la mirada coqueta de una moza le dijo "chúpame". Aparentemente no contestó a sus indirectas y se negó a dejarse encerrar en el ataúd (abarrotado de pesos) del Conde Lavud1 (el Drácula mexicano de Fernando Méndez). Germán Robles sólo rodó "El Vampiro" (1957) y el "Ataúd del Vampiro" (1957) antes de regresar al teatro y hacia un cine menos estereotipado

Este prólogo largo no es fortuito. Tiene relación con el lugar original que ocupan las dos películas de Fernando Méndez en este género tan particular que se titula el cine de vampiros. Todo el mundo conoce el mito: un Conde originario de un país de la Europa central se reencarna, siglo tras siglo, para obtener su energía de la sangre arrancada de sus víctimas muy jóvenes. Desde los principios del cine, el personaje de Drácula ha obtenido un gran éxito público y ha dado origen a algunas grandes películas. ("Nosferatu" de F.W.Murnau, 1922; Drácula2 de Tod Browning, 1931; "Vampir" de Carl T Dreyer, 1932, etc.). Para todos los realizadores, Drácula es más o menos un monstruo con sed de sangre. Fernando Méndez hizo mucho más que transformar el castillo lúgubre de Transilvania en una, no menos inquietante, hacienda mexicana. Él le da una "psicología" o al menos determina las motivaciones de este ansia por la vida eterna. El Conde Lavud es un hombre amoroso, lanzado a la búsqueda permanente de la mujer que amaba en otro tiempo, y de la cual busca las reencarnaciones modernas. Esta nueva dimensión del personaje ha dado a Drácula "una nueva sangre" y ha contribuido a revitalizar el mito. Más de un año después, realizó Terence Fisher su famosísima película "Horror of Dracula", que iba a lanzar a una pequeña compañía ubicada en Londres, llamada "Hammer" a la cumbre del cine de terror. Terence Fisher reconoció haber visto "El Vampiro" de F. Méndez antes de realizar su propia película, y haber encontrado allí material para reflexionar.

Las dos películas de F. Méndez propuestas para el Festival de Cine de Huesca dan una idea muy buena del trabajo de este profesional del cine mexicano. La seriedad tanto del tratamiento de la imagen como de la puesta en escena, compensan la carencia de presupuesto. Debemos recordar que, en principio, "El Vampiro" no era más que una pequeña película de género, una película de consumo: una película rodada de prisa, proyectada de prisa y olvidada de prisa. Pero este no fue el caso.

Los "vampiros" iban a adueñarse del cine mexicano, un cine que intentaba sobrevivir a mediados de los años cincuenta (su edad de oro no era más que un recuerdo), y tocar un género popular (y rentable) por excelencia: los luchadores. Más tarde rodarían numerosas películas que mezclaban los luchadores con las mujeres vampiro, las momias, Frankenstein, los hombres lobos y la mujer fantasma : la Llorona (inspirada por ciertas leyendas indias).

La tercera película de esta selección "Santo Vs las mujeres vampiro" está realizada por Alfonso Corona Blake, uno de los autores (de éxito) de esta saga mexicana de vampiros. Esta película mezcla dos valores comerciales seguros: Santo (el enmascarado de plata), el luchador preferido del público y la mujer vampiro. La película ha envejecido pero aun sigue siendo un clásico del género que provoca escalofríos y sonrisas. Me creerán cuando hayan visto el "santomóvil". Es un vehículo tan eficaz como el "batmóvil", del hombre murciélago de Hollywood.

(1)Lavud es un anagrama de Duval. El Conde Vampiro sólo podía ser francés. Con razón, a los mexicanos no se les ha olvidado en absoluto que Napoleón III intentó "vampirizar" su país al imponer un Emperador a una república democrática.

(2)Hay que señalar que Hollywood realizó una versión "latina" destinada al mercado que no era de habla inglesa, dentro del mismo decorado y con actores sudamericanos. Esta curiosidad vale la pena por la mezcla sorprendente de acentos : ¡mexicano, colombiano, argentino!
Nota: Este programa "Vampiros en el cine mexicano" atestigua la colaboración amistosa que se ha generado entre los miembros de los Festivales de la Coordinadora Europea de Festivales de Cine. El Festival de Amiens y el público presente disfrutaron tanto las proyecciones de estas películas que han querido compartirlas con los amigos de Huesca. Y más teniendo en cuenta que Germán Robles nació no muy lejos de Aragón.

Jean-Pierre García

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