35ª Edición
2007
Pilar Miró que estás en los cielos. ¿asombrada de lo acontecido desde que nos dejaste, no por tu voluntad, hace diez años?
Hace veinticuatro que se discutía tu ley para el cine español; ya ves que ahora mismo se está discutiendo otra. ¿Signo de los tiempos? Intentaste que el cine anduviese por aquí con nombre propio; algo salió bien, por lo menos un cierto reconocimiento internacional; de otro, quedaron quienes siempre confunden el arte con sus egos, o aquellos que buscan la comercialidad sin importarles la estupidez, que a veces funcionó -porque hay público para todo, bien lo sabes-; y los que a río revuelto, ganancia de prebendas. Aunque debe producirte cierta tristeza y desazón comprobar cómo se malgasta el tiempo, que en cine es fundamental, en discusiones estériles o en posiciones de ventajista para sacar la mejor tajada.
Quiero pensar que estás bastante cómoda observando el devenir y el eclipse de un arte que te cautivó, y al que no ahorraste esfuerzos de la misma manera que supiste darle a las imágenes televisivas un vuelo y una calidad que no siempre tienen y menos en estos últimos años, donde se confunde la información con la intimidad y donde se hace real "dime de qué presumes y te diré de qué careces". Tú estás más allá de este sarpullido, porque supiste tener la intimidad necesaria y el coraje propio para hacer, diría que siempre, lo que estimabas oportuno.
Te pido que veles por nosotros, digo por el cine español. Tal vez así logremos que lleguen buenas películas. Y si no te apetece hacerlo, pues dejaremos que el tiempo y el espacio nos lo configuren. Así sea.
Carlos Losada