10ª Edición

1982

A pesar de las peculiaridades que pueden distinguir en­tre si a los movimientos de cine militante de los diversos países iberoamericanos, cabe destacar que existen una se­rie de puntos o características comunes a la mayoría, que permiten en algunos casos hablar del cine político ibero­americano como un fenómeno global de gran interés e im­portancia.

Estas características comunes se pueden resumir en la práctica ausencia de una industria cinematográfica sólida y potente en prácticamente todos esos países, a excepción en cierta forma de México, Brasil y Argentina, pero, salvo honrosas excepciones, se tratan de cinematografías atrasa­das, casi exclusivamente destinadas al mercado interno y de un bajo nivel, tanto técnico como artístico.

Otra es la penetración del capital norteamericano en la producción y principalmente en la distribución y la exhibición, que como media, supera el 60 por 100 su control en los filmes que se exhiben en las pantallas comerciales y producidos por las grandes compañías de Hollywood.

Y, por último, a excepción de aquellos tres países, en la mayoría del resto de naciones iberoamericanas la indus­tria cinematogr6fica es virtualmente inexistente, habiendo varias en las que nunca se ha llegado a filmar un largome­traje.

Por todo cuanto antecede, se comprende la absoluta ne­cesidad que experimentan los países iberoamericanos de crear un cine netamente nacional y además antiimperialista, si es que desean contar con una cinematografía propia.

De allí que, periódicamente, se intenten reunir los cineas­tas revolucionarios y progresistas de América Latina, para discutir, comentar e intercambiar puntos de vista, compro­metiéndose con sus propias cinematografías en dar testi­monio, denuncia y análisis, arma de resistencia en la lucha contra el dominio y la penetración imperialista y de com­bate por la liberación nacional de los pueblos americanos.

Mérida (Venezuela), en abril de 1977 fue punto de reu­nión y celebración del V Encuentro de Cineastas Latino­americanos, donde se pudo ofrecer y recoger una panorá­mica del estado actual de este cine, de la aparición y evo­lución de nuevas situaciones y sus posibilidades de desarro­llo, atendiendo a sus peculiaridades nacionales.

En sus conclusiones, se comprobó en la práctica la efica­cia del verdadero cine latinoamericano en la batalla ideoló­gico-cultural contra el enemigo principal, el mismo que no ha escatimado esfuerzos para asfixiar o neutralizar de sus objetivos liberadores y antiimperialistas a aquellos movi­mientos o cineastas comprometidos con las luchas de sus pueblos y que dentro de sus países o fuera de ellos (obli­gados por la represión interna), representan en su totali­dad el cine iberoamericano de la revolución.

Establecer líneas de acción para fortalecer la solidaridad internacional en defensa de aquellos cineastas iberoame­ricanos que han comprometido su vida y su obra en la rea­lización de un cine que exprese y forme parte de las múlti­ples batallas que se vienen librando en ese continente para alcanzar la liberación definitiva.

Se apoya y estimula el nacimiento y desarrollo de nue­vas cinematografías como entonces eran las de Panamá y Puerto Rico, para la creación de un cine que exalte y profundice la conciencia antiimperialista de sus pueblos en lucha por la independencia y soberanía nacional; o el sur­gimiento cinematográfico, de Haití; se solidarizan con los nuevos cineastas mexicanos, comprometidos con su reali­dad social y política.

Estas jornadas de trabajo permiten constatar cómo, pese a las dificultades y obstáculos, se siguen sumando artistas y obras a este movimiento, que ha conformado una cinematografía de verdadera identidad continental que contri­buye a la preservación, desarrollo y fortalecimiento de las culturas nacionales del conjunto de países que algún día formarán la Gran Patria unida del Río Grande a la Patago­nia, (Tomado de "CINE CUBANO” y "EL CINE MILITANTE”, de Andrés Linares.)
En las dos sesiones que componen esta Muestra, están presentes las cinematografías de Argentina, Chile, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. No se proyectan de Cuba, por haberle dedicado amplias secciones en anteriores ediciones de nuestro Certamen.

  • "PAIS VERDE Y HERIDO». Uruguay, 1979
  • "LA TRIPLE A SON LAS TRES ARMAS». Argentina, 1978 "VENCEREMOS». Chile, 1970
  • "CASA O MIERDA». Chile, 1969
  • "MIJITA». Chile, 1970
  • "PUERTO RICO: PARAISO INVADIDO». Puerto Rico
  • "LA BANDERA QUE LEVANTAMOS». Uruguay, 1971
  • "NO ES HORA DE LLORAR». Chile, 1971
  • "YO HABLO A CARACAS». Venezuela, 1980
  • «CHILE: LAS CAMARAS TAMBIEN». Chile, 1977
  • "ME GUSTAN LOS ESTUDIANTES». Uruguay, 1969 «ALHUELAI-MI» (No necesitarás emigrar más). Chile, 1971 "EN LA SELVA HAY MUCHO POR HACER». Uruguay, 1974

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