40ª Edición

2012

La 12 en el cine. Celebración del Bicentenario de la Constitución de Cádiz 1812-2012
“Todo es pura representación… Desengáñate de una vez y acaba de creer a pies juntillas no solo que vivimos bajo un régimen representativo, aunque te engañen las apariencias, sino que todo esto no es más que pura representación a la cual, para ser de todo punto igual a una de teatro, no le faltan más que los silbidos”.
Mariano José de Larra. Tercera carta de un liberal de acá a un liberal de allá. Personajes, hechos o ideas con valor de referentes colectivos, emocionales y sentimentales, capaces de generar adhesiones globales, de constituirse en espejos de conductas, de despertar añoranzas o advocaciones en el presente; por otra, construcciones distorsionadas de la realidad, fruto de manipulaciones políticas y de instrumentalización del más diverso signo. Los mitos nacen, mueren y resucitan en función siempre de una ideología histórica e ideológica. Tras la aparente espontaneidad sublimadora suele haber una
discriminación en la selección de las especies-mitos que tiene muy poco de natural. La considerada “guerra de la Independencia Nacional” se consideró durante muchos años, en la intrahistoria de la educación en la España franquista, como el eslabón decisivo de una larga cadena de manifestaciones de la identidad colectiva, caracterizada por el victimismo y la capacidad de resistencia a invasores de fuera, cadena que empezaría con Numancia y que continúo luego con Sagunto. Estos mitos también han estado presentes en el cine.
El cine seudohistórico no solo del franquismo sino también desde la transición hasta nuestros días. Ahora, en 2012, cuando se cumplen los 200 años de la promulgación de la mítica Constitución de Cádiz de 1812, el Festival Internacional de Cine de Huesca organiza un ciclo de cine para conmemorar el feliz pero infructuoso suceso.
Si los motivos para llevar a cabo este ciclo han sido claros: homenajear a la Constitución de Cádiz de 1812, hay que preguntarse cuales han sido los motivos de programación del mismo y estos, porque les debemos una explicación, se los vamos a dar. Sobre la Guerra de Independencia española (1808- 1814) hay una extensa pero pobre filmografía. Sobre la Constitución de Cádiz apenas hay películas que la conmemoren o celebren y por ello, porque les debemos una explicación del porque hay pocas películas pero sí que se ha podido organizar un ciclo sobre la misma, se la vamos a dar: hemos pensado que nada mejor que proyectar cinco títulos que reflejen los inicios, el desarrollo, el final y las consecuencias de dicha guerra de independencia con un hecho histórico y sin parangón en nuestra historia contemporánea como fue la promulgación, en medio del conflicto bélico, de la Constitución de Cádiz.
Por eso con Sangre de Mayo, iniciamos el ciclo y lo que supuso la invasión de los ejércitos de Napoleón del terruño y las almas de los españoles –que no de su espíritu de compromiso, rebeldía y tenaz lucha contra el injusto usurpador- y el inicio de una feroz resistencia contra el invasor que no por ser solo militar, no por ello se olvido que los tiempos cambian y con el rey preso en Francia, era el momento de dar a los españoles una Constitución – sorprendente pero justamente con influencia revolucionaria francesa- como bien se refleja en la siguiente película del ciclo: Lola la Piconera. En Los desastres de la Guerra, en el capítulo 5, veremos in-situ la promulgación de la Constitución de Cádiz, la lectura de la misma en el oratorio de San Felipe Neri y el impacto que supuso para las mentes no liberales de la época su revolucionario contenido. Por último y acabada la guerra, de nuevo la restauración en el trono del nefasto Borbón, Fernando VII, la persecución –entre otros los de aquellos que colaboraron en su regreso-; los liberales, y todo esto en una muy correcta producción de cine para televisión: Proceso a Mariana Pineda. Con el visionado del Capítulo 1 de la serie televisiva, nos quedara claro que España sufrirá un gran retroceso en la incorporación al progreso de los demás países de Europa.
Ciclo modesto pero suficiente para contemplar desde la cómoda butaca de un cine, uno de los capítulos más importantes de nuestra historia… y, ahora, que nos encontramos en otra época muy difícil para todos los españoles, para nada viene mal, recordar lo que unidos todos, fuimos en un pasado no muy lejano, capaces de superar.