21ª Edición
1993
La restauración de una película que ha sufrido censuras y mutilaciones hasta el punto de traicionar su espíritu original es siempre una noticia importante para todo amante del cine. La noticia se convierte en acontecimiento cuando se trata de la última película de ese nombre ya mítico en la historia de la poesía cinematográfica: Jean Vigo, muerto a los 29 años y apodado por algunos críticos como el "Rimbaud de la pantalla". El gran director francés consiguió su última obra maestra con "L’ATALANTE", la historia del amor frustrado, pero finalmente feliz, de una pareja de jovenes barqueros, cuando la esposa se entrega durante un tiempo a las tentaciones de la gran ciudad.
La película, como muchos otros grandes films, fue incomprendida por el público de su época y sufrió varias vicisitudes, como la reducción de 24 minutos en su metraje y la exhibición durante unos cuantos años bajo el título de "Le Chaland que passe".
En 1949, la Federación Francesa de Cine-Clubs se propuso devolver a la película su forma original, aunque no lo conseguiría plenamente.
La casualidad quiso que en 1990 apareciera en los archivos del British Film una copia de 1934 (año de producción de la película) inédita. Es probablemente una de las primeras copias antes del sacrílego recorte de la película, ya que conserva el título original.
A partir de este hallazgo se trabajó denodadamente en la restauración técnica de la película, que afectó a la imagen, al sonido y a los efectos ópticos.
Jean Vigo, gravemente enfermo durante la filmación de "L’ATALANTE", no escuchó las voces amigas que le aconsejaban dosificarse. presentía que el tiempo se le escapaba e hizo buena la frase atribuida a Ingmar Bergman: "Hay que rodar cada película como si fuera la última". El director francés, con una filmografía que apenas supera las tres horas, es ya parte importante en la historia del cine universal.
Luis Miguel Mendizábal