24ª Edición
1996
¿Qué puedes contar de una persona con quien mantienes una larga relación de amistad y trabajo, y con quien todavía no has tenido una sola discrepancia grave? Pués que ha tenido suerte contigo… y viceversa, claro.
La carrera cinematográfica de Gerado Herrero nació en una coyuntura irrepetible, la política cinematográfica de los primeros años ochenta, en los que jóvenes con vocación cinematográfica, ganas de trabajar y decisión podían convertir en realidad su sueño de ser directores, guionistas, productores. En esos años nacen las carreras de buena parte de los que hoy son el armazón del cine español. Gerardo comienza a producir películas para gente como él, todo vocación y deseo. Así surgen "Mientras haya luz", de Felipe Vega, "Rumbo Norte", dirigida por Pepe Ganga y "Al acecho", en la que por primera vez hace de productor y director. Son las películas de su primera productora, VIENA FILMS.
Esta primera experiencia le sirvió para comprobar que tenía que ir un poco más lejos. TORNASOL FILMS nació del convencimiento de Gerardo de que el objetivo no era ya el de producir películas, lo que había hecho en VIENA FILMS, sino el de crear una productora cinematográfica. Porque, mucho antes de que se pusiera de moda, Gerardo quería crear una empresa que se dedicara a producir películas: el viejo sueño de la industria. No quería hacer "La Película", ni siquiera si la dirigía él; lo que deseaba era producir una película tras otra, a cual mejor y más ambiciosa.
Para conseguirlo buscó entre sus amigos y consiguió convencerme de que el cine era una apuesta de futuro, con mucho riesgo, pero que merecía la pena. Porque producir cine, además de ser arduo, generar angustia y ser tan pernicioso para la salud, resultaba divertido. Ese tipo de diversión del que goza el trapecista y da tanto vértigo. Así nació la productora.
TORNASOL y Gerardo han evolucionado con el cine español y quizá, en ocasiones, me atrevería a decir que presagiando el camino.
Al principio, produjo películas españolas de autor, de directores próximos a nosotros, puesto que ellos también estaban empezando: "Ovejas Negras", de José María Carreño, "El regreso del cometa", de Luis Ariño… pero también la productora se abrió a otras cinematografías, las más lógicas y cercanas a nuestro entorno: películas de autores hispanoamericanos y europeos. Así surgen "La boca del lobo" y "Caídos del cielo", ambas dirigidas por el peruano Pancho Lombardi y "El hombre que perdió su sombra" y "Lady M", del director suizo Alain Tanner, junto con "Un paraguas para tres", de Felipe Vega. Películas que obtuvieron el reconocimiento de la crítica y del público y fueron premiadas en varios festivales. Estas películas permitieron abrir los horizontes de trabajo de TORNASOL a proyectos más complejos.
Luego, de la mano de Gerardo, TORNASOL dió el salto a proyectos más ambiciosos, que afortunadamente se vieron impulsados por la acogida del público. Ahí quedan "Madregilda", de Francisco Regueiro – con el mejor retrato de aquel otro Francisco-, "Guantanamera", última película del irrepetible dúo Gutiérrez Alea y Tabío, "Éxtasis", de un ya consolidado Mariano Barroso y "Malena es un nombre de Tango", del pluriempleado – productor y director – Gerardo Herrero.
Además, en los últimos años TORNASOL se ha robado tiempo a si misma para coproducir la película española de Ken Loach, la magnífica "Tierra y Libertad".
Mantener la misma línea en un futuro no va a ser tarea fácil. Ahora que el cine español se ha reencontrado por fin con su público, confiemos en que la política que lo ha propiciado, continúe. Porque, cuando produces, el verdadero juez de tu trabajo no es otro que el público, que con su emoción da sentido a tu esfuerzo.
Aún sabiendo que mi opinión no puede ser objetiva, quiero decir que, como espectador, también he disfrutado de las películas que Gerardo ha dirigido: "Al acecho", "Desvío al paraiso" y, por supuesto, "Malena es un nombre de tango". Y de un estupendo corto, "Ni contigo ni sin tí.
Un último comentario de especial interés para los que reconocemos la aventura en cualquiera de sus formas; efectivamente, el nombre de nuestra productora es un homenaje al personaje más desquiciadamente humano de Tintín: el profesor Tornasol.
Javier López Blanco