8ª Edición

1980

Bueno, pues el 4 de Mayo de 1927, treinta y seis personas pertenecientes a las distintas áreas de la industria cinematográfica, celebraban en el Hollywood’s Biltimore Hotel la reciente creación de la “Academy of Motion Picture Arts and Sciences”.

Allí estaban el primer presidente de la Academia, Douglas Fairbanks, Mary Pickford, Raoul Walsh, Frank Lloyd, Louis B. Mayer, ­Irving Talberg, varios y Cedric Gibbons.

Acababan de instaurar un premio anual -el premio de la Academia- y discutían la forma de simbolizar ese premio. Todos hablaban y todos daban su opinión respecto a la forma que debería tener el objeto que entregaran a los premiados.

En cinco minutos el gran director artístico Cedric Gibbons, dibujó sobre el mantel de la mesa, la que habría de convertirse en la famosa estatuilla.

El 16 de Mayo de 1929 se entregaron por primera vez los Pre­mios de la Academia, correspondiente a los años 1927-28.

Aún no se llamaba "Oscar" este premio. Su nombre no lo reci­bió hasta 1931, año en el que Margaret Herrick, presidente-director de la Academia, al ver sobre un escritorio una copia de la estatuilla exclamó: "¡Caramba! ¡Cómo se parece a mi tío Oscar!".            ­

Y el "Oscar" se convirtió en el más preciado galardón cinematográfico del año. El acto de entrega constituye la gran fiesta ­del cine. Todos los medios de comunicación se encargan de difundir en el mundo entero las nominaciones, las apuestas, las probabili­dades de cada candidato, la alegría de los ganadores y el "fair­play" de los perdedores.

Luego, a los pocos meses ya nadie se acuerda de cuáles fueron los premios del año anterior. Claro que ya se encargan de recordarlo los distribuidores nacionales -mejor dicho, multinacionales­- cada vez que se estrenan las películas con premios.

Pero ocurre que, en esa publicidad de estreno, a veces sólo se pone el número de "Oscar" obtenidos de forma global, sin entrar en "detalles”, eso quiere decir que son Oscars "técnicos" menores…

Sí, porque, por lo visto, hay unos Oscar que son más importantes que otros. Lo cierto es que los técnicos norteamericanos tienen hecho el cálculo aproximado de que el "Oscar" a la mejor película puede aportar un aumento de 10 millones de dólares sobre el bene­ficio previsto. A partir de ahí, los otros premios van descendiendo en importancia rentable, por tanto, efectivamente hay una escala de valores en la cotización de la preciada estatuilla.

La "Academia" está compuesta por unos 3.300 profesionales. ­Ellos son quienes "nominan", quienes eligen las películas o profesionales que pueden optar al premio.

Las nominaciones a "mejor película" son decididas por el voto de todos los miembros de la Academia. Las otras votaciones para ­las distintas categorías del Oscar, las efectúan los miembros de cada rama de la industria: los actores, a los intérpretes; los decoradores a los decoradores, etc..      ­

La votación final de todas las categorías la efectúan todos los miembros de la Academia.

En las semanas previas a las nominaciones, las ‘presiones" de los departamentos de publicidad de las productoras suelen ir dirigidas hacia las esposas, hijas, hermanas, tías, sobrinas, cuñadas de los miembros masculinos -absoluta mayoría- de la Academia.

Como es lógico si hay una escala de valores en la importancia­-rentabilidad del Oscar, el último peldaño lo ocupan el documental y el cortometraje. Y es lógico, ¿no es el "corto" un producto "maldito"? Ni el Oscar es capaz de sacarlo ahí abajo.

Es curiosa esa graduación de importancia. Los premios de “arriba" están mediatizados, hay cambalaches, presiones, juego sucio, de todo. Por lógica pura y elemental, de los de "abajo" nadie se ocupa, no tienen importancia, se entregan al principio de la "gran noche", casi ningún medio de comunicación se ocupa de ellos, no ­suelen venir ni en las noticias de prensa, esas películas ni se ­estrenarán… Claro, esos cortos son los buenos premios del año, los que realmente son los mejores.

El Oscar al mejor corto no se dio hasta el año 1933, corres­pondiente a la producción 1931-32.

Aquel año el mejor corto de animación fue "Flores y árboles" de Walt Disney. El mejor corto en la especialidad de comedia, fue para la película "The music box" protagonizada por Laurel y Hardy. El mejor corto documental fue para "Wresting Swordfish" de la Se­nnett-Educational.

Sí, porque en la concesión del Oscar a los cortos ha habido muchas variaciones ya que hubo Oscar para los cortos de una bobi­na, de dos bobinas, comedias, documental, animación, etc…

Y ahora, aquí, en Huesca, la oportunidad única de ver una pequeña muestra de todos esos "cortos" que la Academia de Artes y ­Ciencias Cinematográficas de Hollywood premió a lo largo de muchos años.

  • LA CUCARACHA de Lloyd Corrigan (1934)
  • SYMPHONY OF A CITY de Rudolph Carlson (1948)
  • SEAL ISLAND de Walt Disney (1848)
  • THE FACE OF LINCOLN de Edward Freed (1955)
  • MUNRO de Gene Deith (1960)
  • CASALS CONDUCTS de Laurence Sturhamn (1964)
  • NINE FROM LITTLE ROCK de Charles Guggenheim (1964)
  • CZECHOSLOVAKIA 1968 de Denis Sanders y Robert Fresco (1969)
  • IS IT ALWAYS RIGHT TO BE RIGHT de Lec Miskhin (1970)
  • THE RESURRECTION OF BRONCO BILLY de James Rokos (1970)
  • CRUNCHBIRD de Ted Petek (1971)
  • SENTINELS OF SILENCE de Robert Amram (1971)
  • THE BOLERO de Alan Miller (1973)
  • CLOSED MUNDAYS de Will Vintor (1974)
  • ANGEL AND BIG JOE" de Bert Salzman (1975)

Carlos Pumares

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