16ª Edición

1988

En la presente edición hacemos un homenaje a la gran documentalista cubana ESTELA BRAVO, . Nacida en Nueva York en 1933, hija de un emigrante bolchevique que se convirtió en dirigente sindical de camioneros y lavanderos. El ambiente de luchas obreras era el marco familiar en el que se crió. Así desde muy niña, pero sin saber nada de español, cantaba canciones que acompañaban a los republicanos españoles en nuestra guerra civil. Ya una joven, se incorpora a trabajar en el sindicato de peleteros; por las noches estudia sociología.

1953 fue el año que marcó su vida. Ethel y Julius Rosenberg fueron enviados a la silla eléctrica sin pruebas. Estamos en plena guerra fría y el senador Joseph McCarthy lleva adelante su caza de Brujas. Estela había participado en las campañas de opinión pública por la libertad del matrimonio y con una cámara super-8 tomó sus primeros planos: la casa de los Rosenberg, la Casa Blanca, los niños que desfilaron en protesta…

Después participó en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Bucarest, formando parte de la delegación norteamericana; luego lo hará en Varsovia. Allí conoce a un estudiante argentino cuyo violento encarcelamiento había estremecido recientemente la opinión pública internacional. Trata de localizado en su país y se casa con él el 5 de enero de 1956. Han tenido tres hijos, Arianna, Patricia y Daniel.

En 1963 fue invitado su esposo Ernesto Mario Bravo, profesor titular de Medicina en Argentina, a dar clases a los médicos cubanos. Fueron para un año y allí se quedaron.

Contar las cosas.de los demás con una cámara de cine en la mano, es la razón de vivir de Estela Bravo. Su condición de cineasta está impregnada de una impaciencia que se traduce en un intento apasionado de atrapar la época, los sucesos de su tiempo y al hombre que los protagoniza, condiciones que comparte con los maestros del cine documental. También tiene en común con ellos su satisfacción profesional: que el pueblo reconozca sus obras y no a ella, que guarde en la memoria sus imágenes.

Queremos agradecer a ICAIC y a la Empresa Cubana de Televisión su desinteresada colaboración para poder mostrar toda la obra de esta insigne periodista; avalada su labor por los innumerables premios que sus mediometrajes han obtenido en el mundo entero.

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