25ª Edición

1997

La colección KOBAL, ubicada en Londres, debe su existencia a la labor de John Kobal, periodista canadiense fascinado por el cine que falleció en 1991. Kobal fue el fundador de este archivo convertido hoy en la memoria del séptimo arte. Los retratos de las grandes estrellas de la época dorada de Hollywood son, sin duda, las fotografías más conocidas de la colección Kobal. Sin embargo, los archivos de la colección contienen fotos que cubren 100 años de cine, desde sus orígenes hasta los éxitos más recientes.

(Alex Marsé, director)

LA PAREJA ES LA ESTRELLA – AMORES DE CINE:

Todo el mundo advirtió enseguida que la unión de determinado actor y determinada actriz en la pantalla (no en la vida real y, muy a menudo, ni siquiera en pruebas o ensayos previos al rodaje) producían una química especial, un chisporroteo que surgía del cruce de ambos estilos, del roce de los cuerpos o del intercambio de miradas. Se trata de una química sensual e intelectual que algunas parejas fabrican espontáneamente en la pantalla, y que nada debe a guionistas y productores.

Abundan los ejemplos de pareja estelar y el primero que debe citarse, aunque sólo sea como un homenaje a los balbuceos iniciales del cine, parpadea en un pedazo de celuloide rancio: se trata del beso ya remoto de los maduritos May Irtwin y John Rice. La lista seguiría con Valentino/Banky; Garbo/Gilbert, Chaplin/Puviance, Fairbanks/Pickford, etc. Siempre sin desdeñar emparejamientos ocasionales y efímeros, pero no menos legendarios y celebrados por el público, como el explosivo e irrepetible de Kim Novak y William Holden en Picnic o el muy histérico y despiadado de Marlon Brando y Vivien Leigh en Un tranvía llamado deseo. La extensa relación que se inicia en los años 20 incluye famosos dúos: Chevalier/McDonald; Tarzán Weismuller/Jane O’Sullivan, Errol Flynn/Olivia de Havilland, entre otros muchos hasta llegar a nuestros días con Woody Allen/Diane Keaton (o Mia Farrow) por citar algunos ejemplos.

Y entre los emparejamientos ocasionales (no estables, digamos, pero inolvidables para el buen aficionado, emparejamientos de una solvencia romántica, pasional o simplemente nupcial fuera de toda duda) cabría destacar a Elizabeth Taylor/Montgomery Clift (Un lugar en el sol), Ava Gardner/Burt Lancaster (Forajidos), Bogart/Bergman (Casablanca), Marlene Dietrich/Gary Cooper (Marruecos), Ingrid Bergman/Cary Grant (Encadenados), James Dean/Julie Harris (Al Este del Edén) o, por supuesto, Rhett Butler/Clark Gable y Escarlata O’Hara/Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó… y tantas otras que quedan en nuestra memoria.

Igualmente merecieron el estrellato emparejamientos tan poco convencionales como el de Frankenstein/Boris Karloff y Elsa Lanchaster, o el de King Kong y la bella Fray Way, que han alcanzado la categoría de mitos. Y en la misma y singular galaxia brillan parejas como las formadas por Quasimodo/Charles Laughton y Esmeralda/Mauren O’Hara, Bette Davis/Joan Crawford y Dean Martin/Jerry Lewis. Por no hablar de Bob Hope/Dorothy Lamour/Bing Crosby, o los hermanos Marx, casos ambos que plantean una relación a tres. Pero el trío de estrellas ya son palabras mayores…

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