29ª Edición

2001

Klaus Kinski – Werner Herzog
Fotografías  realizadas por Beat Presser

Sala de exposiciones de la Diputación de Huesca
Fecha:
8-24 Junio2001
Producción:
Instituto Goethe

La exposición Kinski-Herzog está constituida como un recorrido por el interior del sueño laberíntico de ambos artistas con relación a dos películas fundamentales en sus filmografías: “Fitzcarraldo” y “Cobra Verde”. Este sueño esta guiado por la mirada de Beat Presser ayudante de cámara de Werner Herzog en Perú y Brasil para Fitzcarraldo (1980-1981) y en Ghana, Brasil y Colombia con Cobra Verde (1987).

Beat Presser y Klaus Kinski se conocieron en París a mediados de los años setenta trabajando con él durante varios años como fotógrafo.  Todo su trabajo visual contiene grandes imágenes poéticas que sirven de transmisión  de una de las experiencias de rodaje más tortuosas y peligrosas en la historia del cine. Ambas películas permanecen como obras extraordinarias e  impactantes. Presser supo transmitir con su sensibilidad fotográfica los deseos, en ocasiones complicados de Werner Herzog. "No soy una persona teórica. Sé que tengo la habilidad de articular imágenes que se ubican muy dentro de nosotros, y que puedo hacerlas visibles. Es un esfuerzo atlético, como la vida misma. Siempre hay una imagen clave; todo surge de eso, físicamente, no por medio de un análisis".

Klaus Kinski (1926  Zoppot, Gdansk). Hijo de inmigrantes polacos creció en circunstancias difíciles. Su carrera como actor empezó poco después de la Segunda Guerra Mundial en Tuebingeny Baden-Baden y continuó en Berlín bajo la dirección de Boleslaw Barlog.

Su personificación cómo actor de carácter de figuras negativas está fundamentado en su rápida subida de actor proletario a estrella de cine; la industria de cine se aprovechó comercialmente de su manera estática  ejerciendo sobre él una explotación exhaustiva, de la que Kinski sólo escapó al principio de su carrera y bajo la dirección de Herzog.

Tras unos papeles secundarios, Kinski destacó en la película "Ludwig II (1955, Käutner) por su fisonomía extraordinaria y por su estilo emocional tan intenso. Aunque directores extranjeros como Rosselini ("Angst"/ "La Paura", D/I 1954) o Douglas Sirk ("A time to love and a time to die", EEUU. 1958) trabajaban con Kinski, al principio de los años 60 su carrera  fue bloqueada por la crisis del cine alemán.

La carrera europea de Kinski tenía sus raíces especialmente en el cine Italiano, su éxito se impulsa definitivamente en 1965 con la participación en la película "Por un puñado de dolares" (D/I/E, Leone).  Kinski volvió a la conciencia del público por su actuación de papeles principales con Werner Herzog. Destaca por su estilo expresionista en gesticulación y dicción. Personificó al conquistador Lope de Aguirre (Aguirre, la ira de dios, 1972), el conde Drácula (Nosferatu – fantasma de la noche, 1979), Woyzeck (1979) y Fitzcarraldo (1982). Los elogios de la crítica francesa le facilitaron el camino a Hollywood.

 

Werner Stipetic "Herzog" (1942, Munich). Director de cine, lo mismo que de ópera y espectáculos de cabaret, escritor, a veces actor en películas de otros realizadores, caminante, su biografía parece una mezcla de hechos y fantasías. Herzog nutre su filmografía de imágenes múltiples y contrastadas. Tremendamente compleja,  su obra lleva la impronta de lo intemporal, la herencia de autores que como Buñuel hacen nacer los mitos. Su cine irradia soledad, pasión, esta poblado de seres visionarios, de paisajes a veces imposibles, lleno de investigación y de búsqueda, como recuerda el comentario recogido en Tokio-Ga de Win Wenders: "necesitamos imágenes que correspondan a nuestro estado de civilización y a nuestro profundo interior. Me iría a Marte si fuera necesario para encontrar imágenes puras, ya que en esta tierra no es fácil encontrarlas".

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