21ª Edición
1993
"Un lamento: no saber lo que va a pasar. Dejar el mundo en pleno movimiento, como en medio de un folletín. Yo pienso que esta curiosidad por lo que ocurra después de la muerte no existía en otros tiempos, o existía menos, en un mundo que apenas cambiaba. Una confesión: a pesar de mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos, acercarme hasta un quiosco de periódicos y comprar varios. No pediría nada más. Con mis periódicos debajo del brazo, pálido, rozando con las paredes, volvería al cementerio y leería sobre los desastres del mundo antes de volverme a dormir satisfecho, en el tranquilizador refugio de la tumba".
Fragmento de: "Mi último suspiro"