27ª Edición

1999

CINE DOMINICANO

Las primeras películas rodadas por dominicanos datan de los años veinte. Eran más bien divertimentos entre amigos que cintas profesionales. Sin embargo, las dos realizadas por Palau obtuvieron éxitos considerables en la sociedad dominicana de aquel tiempo. Una de ellas, titulada “Emboscadas de Cupido” era una comedia intranscendente; la otra, un drama religioso titulado “La Leyenda de la Virgen de la Altagracia”.

Hasta principios de la década de los sesenta no vuelve a surgir una película netamente dominicana. La larga dictadura de Trujillo impidió cualquier manifestación en este sentido.

“La Silla” de Franklyn Domínguez, cuenta precisamente la frustración de la juventud dominicana durante la tiranía. Interpretada por un solo actor (Camilo Carrau) es, sin embargo, un hito solitario hasta que en los ochenta Agliberto Meléndez rueda el largometraje “Pasaje de Ida”.

Mientras tanto, productores norteamericanos, españoles e italianos ruedan una serie de películas de todos los géneros y de la más diversa calidad. Muchas de ellas ambientaron a Cuba en nuestro territorio: “El Padrino II”, “Habana”, “Azúcar Amargo”, “Perros de Alambre”, etc. Películas como “Guaguasí” y “Azúcar Amargo” son coproducidas por dominicanos.

“Pasaje de Ida” con su temática de la migración clandestina inauguró una década más tarde toda una serie de películas con temas similares: “Nueba Yol”, “Nueva Yol III” y “Buscando un Sueño”. Otras películas dominicanas de esos años con temáticas diferentes serían “4 hombres y un ataúd”, “Jugada Final” y “Víctimas del poder”.

La realización de videos y cortometrajes se ha incrementado y algunos autores como Claudio Chea, Félix Germán, Óscar Grullón, Víctor Ml. Ramírez, Ángel Haché, Marta Checo, Nalimi Alfonseca, entre otros, han logrado muestras de calidad estimable, como las que se presentan en este Festival.

Hay que tener en cuenta que los cineastas dominicanos trabajan sin ningún tipo de apoyo oficial, contando sólo con su entusiasmo y dedicación.

Existen una serie de proyectos que se han estancado por falta de los medios necesarios para su realización. Afortunadamente, para el mes de Julio se espera el inicio de un nuevo largometraje de Pericles Mejía. No obstante, mientras la incipiente industria cinematográfica dominicana despega, los talentos dominicanos trabajan en producciones extranjeras.

Arturo Rodríguez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario