Premio LUIS BUÑUEL
35ª Edición
2007
Los hermanos Taviani, nacidos en 1929 y 1931, forman parte de la historia del cine italiano y son los protagonistas de una excéntrica y encantadora historia que empezó en los años sesenta. Criados en el neorrealismo, como la mayoría de los directores de su generación, se iniciaron trabajando con Joris Ivens y debutaron en el cine como directores de documentales. En realidad lo que más amaban del neorrealismo eran los personajes de las películas de Zavattini y De Sica. Del encuentro con Valentino Orsini nacieron Un uomo da bruciare e I fuorilegge del matrimonio, películas de denuncia y con estructura coral que avalaron su filiación neorrealista y el compromiso ideológico que pareció continuar con Sovversivi y Sotto il segno dello scorpione.
Pero en 1971, con su obra maestra, San Michele aveva un gallo, fábula que relata el sueño utópico de un anarquista, se iba perfilando un cine más lineal. Siguiendo el recorrido del protagonista y estudiando su comportamiento, los autores lograron un cine personal que volvieron a proponer en Allonsanfan y en Padre padrone. En San Michele aveva un gallo se hace notar la influencia de Brecht. La historia está subdividida en tres partes. En la primera encarcelan a un anarquista por haber instigado a los habitantes de un pueblo; en la segunda se describen los años de cárcel y de aislamiento, años en los que el anarquista cultiva su fantasía para sobrevivir; en la tercera lo llevan en una barca a otra cárcel. En la embarcación el anarquista habla con revolucionarios de otra generación que consideran anticuada su revuelta romántica. Considerando que no está a la altura de sus tiempos, se suicida. Igual suerte corre el protagonista de Allonsanfan, un noble subversivo y ex oficial de Napoleón, que después de varios años de cárcel pretende olvidar su pasado. Pero los compañeros lo acosan. El intenta librarse de ellos llevándolos a la derrota, pero no lo logra y decide morir en el combate. Distinto es el recorrido de Padre padrone, donde el texto de Gavino Ledda les permite hacer entender la rebelión como un acto de libertad. Sigue en 1979 Il prato, historia de amor que ilustra la desilusión y el desconcierto causados por el 68 en tres jóvenes y, en 1982 La notte di San Lorenzo, nueva película coral sobre la represión nazi y sobre la guerra civil en Toscana. Mientras tanto se hacen patentes las influencias literarias que les llevarán al rodaje de Kaos (1984) de Pirandello ; Il sole anche di notte (1990) de Tolstoi; Le affinità elettive (1996) de Goethe; Tu ridi (1998) de Pirandello; Resurrezione (2001) de Tolstoi; La masseria delle allodole (2007) de Arslan. Entre el rodaje de estas películas, escriben y ruedan una saga sobre los pioneros del cine, Good Morning Babilonia (1987) y Fiorile (1993). Felices de trabajar con una edad en la que la mayoría de los directores se jubilan, los dos “enfants terribles” de San Miniato al Monte en 2002 han sido objeto de una gran retrospectiva en el MOMA de Nueva York. En todo el mundo ha sido celebrado el singular perfil creativo de dos directores que partiendo del neorrealismo han dejado huellas profundas en el cine italiano de la segunda mitad del siglo pasado y que en el tercer milenio llegan con mucho éxito al universo de la ficción para televisión.
El premio Luis Buñuel que el Festival de Cine de Huesca les entrega en esta edición es un símbolo del afecto y del respeto que todos los aficionados al cine en España les profesan.