Premio LUIS BUÑUEL

26ª Edición

1998

Por primera vez el Festival de Cine de Huesca concede el premio "Luis Buñuel", que se une a las dos actividades más importantes paralelas al Certamen Internacional de Cortometrajes, "Una Vida de Cine" y el "Premio Ciudad de Huesca". Pasada la 25 edición celebrada en 1997, el Comité de Dirección decidió crear un nuevo premio que sirviese para reconocer a aquellas personas que, por su trayectoria y por su obra dedicada al cine, fueran merecedoras del mismo, a nivel internacional. Nada mejor que el nombre del genial director aragonés para denominar dicho premio, y nada mejor que conceder el primero de ellos a un director también aragonés que ha llegado a ser reconocido como el maestro del cine español de estos últimos treinta años.

José Luis Borau ya ha pasado anteriormente por el Festival, pero era una cuenta pendiente que lo hiciese como homenajeado. Y aunque la decisión de la concesión de este premio se hizo una ves terminado el certamen anterior, hace casi un año, es un honor para el Festival que se haga a las pocas semanas de habérsele concedido el máximo galardón que puede concedérsele en la Comunidad, el Premio Aragón, que le fue entregado por la Diputación General el pasado 23 de Abril, día de San Jorge.

Guionista, productor, director, distribuidor, escritor, crítico y teórico, profesor, actor circunstancial, aparte de otras actividades creativas y de animación cultural, Borau es posiblemente el más riguroso y arriesgado de los actuales representantes del cine español. Cada una de sus películas ha sido una lucha contra las circunstancias y el tiempo, profundamente personal, al margen de las modas y las tendencias. Desde "Brandy" y "Crimen de doble filo", primeros largometrajes hechos por encargo, hasta "Niño nadie", arriesgado manifiesto cultural y filosófico, sus películas han tardado en realizarse y su filmografía cinematográfica como director no es larga ("Hay que matar a B", "Furtivos", "Río Abajo", "La Sabina", "Tata Mía"), pero como productor ha hecho posibles otros títulos importantes para nuestro cine, como "Mi querida señorita" o "Camada Negra", además de una circunstancia a la que le concede gran valor nuestro Festival, como es la gran cantidad de cortometrajes también producidos por él que hicieron posibles los primeros trabajos de otros jóvenes directores.

No es descabellado pensar que José Luis Borau es una especie de Don Quijote del cine español, el caballero que más ha luchado por cosas imposibles, por conseguir que lo que sólo parecían fantasías se hiciesen realidad, y por lo tanto, al igual que le sucediese al personaje cervantino, también ha sido criticado, censurado y tomado por loco. Y ese trabajo lo ha hecho desde el compromiso ideológico, social y moral, como ciudadano, y el riesgo como profesional.

A nadie puede extrañar que el primer premio "Luis Buñuel" del Festival de Huesca sea para José Luis Borau.

Alberto Sánchez Millán

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